Un olor fuerte está escapando de una olla pequeña encima de una vieja cocina cubana.

Reyna Hernandez Sandoval está en el otra cuarto tratando de meter su pelo trenzado en una moño encima de la cabeza. El arroz que estaba quemándose en la cocina no le importaba – ella está preparándose para salir. Es rapera y forma parte de un dúo con su mejor amiga Yadira Pintado Lazcano. Pero en Habana se conocen por sus nombres artísticos: La Reyna y La Real.

El arroz encima de la cocina no está completamente desatendido. Últimamente, ha sida la inspiración de ella y de Yadira. ¿A quién le importa si la cena está chamuscada? ¿Y por qué tienen que ser ellas que la cocinan? Alguien más puede hacerla. Ese concepto inspiró el nombre de una de sus canciones recientes: “Que se queme el arroz”. Es una declaración. Es una protesta.

Un género de protesta

Aunque el rap es un género emergente de la música cubana, Alberto Faya, estimado profesor de la cultura cubana en la Universidad de Habana, dice que la música siempre ha sido integral al desarrollo cultural del país, específicamente al proceso de la transculturación. Cuando culturas distintas se mezclan a través del tiempo para formar una identidad unida, es la transculturación. Es también la transculturación que produjo Son, la fusión de los tambores de los esclavos africanos y los instrumentos de cuerda introducidos por los españoles. La música cubana, según Faya, depende de la incorporación y adaptación de los sonidos extranjeros para seguir evolucionando.

Por eso es que Faya, 73, y muchos otros cubanos de su edad no prefieren el rap – según ellos, en lugar de incorporar los géneros extranjeros y mezclarlos con la música cubana, el rap es más una imitación de la música estadounidense. El hip hop se hizo popular en Cuba durante el Segundo Periodo, cuando la Unión Soviética se cayó, dejando a Cuba en un estado desesperado. Fue durante esta época en los años 90 cuando los jóvenes empezaron a rapear sobre sus quejas con el gobierno.

“El rap se trata de la protesta,” dice Reyna.

Pero en un país comunista, ¿cómo efectiva es la protesta?

En el año 2002, el gobierno Cubano creó la Agencia Cubana de Rap. La agencia ayuda con la publicidad de los artistas, pero sigue siendo una manera en la que el gobierno puede vigilarlos. Ser una parte de la agencia no es obligatorio. Es competitivo, y a pesar de que Reyna y Yadira están en el grupo ahora, no lograron entrar la primera vez que intentaron. Tratar de ser un rapero exitoso sin la publicidad gratuita otorgada por la agencia no es pan comido.

Reyna y Yadira, ambos 31, dicen que nunca han sentido ninguna presión de la agencia para cambiar las letras de sus canciones, pero la agencia ha sido criticada en el pasado para regular las letras y los estilos de otros artistas más atrevidos.

Como Geoff Baker discute en su libro, “‘La Habana Que No Conoces’: Cuban Rap and the Social Construction of Urban Space,” la agencia ha creado un tipo de divergencia entre los artistas de rap en Cuba. Hay un contraste entre los “rappers clandestinos que elegir ‘conseguir su línea’ a pesar de la falta de visibilidad comercial,” versus “‘rappers comerciales que han cambiado de táctica para que sacar provecho del auge de reggaetón.”

“Si yo puedo hacerlo, pueden hacerlo.”

Reyna y Yadira no siempre tenían sueños de ser rappers. Yadira era una trabajadora social durante unos años, y Reyna estaba en camino convertirse una ingeniera química cuando un bebé interrumpió sus planes — un hijo, Miguel, ahora tiene nueve años y quiere ser un rapper, también. Pocos años después de ser una mamá, decidió a perseguir la música.

Fue Moises Whittaker Alvarez quien ayudó a unirlas en 2012, ahora el único jefe con que nunca han trabajado. Les conocía como ejecutantes individuales, pero algo sobre sus estilos — la manera que pueden representar tan ferozmente su “música de protesta,” sino también llenar cualquier habitación con risa instantánea y luz — le dijeron que, aunque no conocían uno al otro, se necesitaban uno al otro.

Tienen un optimismo que impulsa su música; en un género de protesta, sí, pero es una protesta contra el pesimismo que en ocasiones siente como inunda las perspectivas de los Cubanos. Demasiados Cubanos culpan a los conflictos de su país para cualquiera dificultad que experimentan, dijo Moises, y eso crea nada pero la complacencia. Rap es avanzar con atrevimiento, no mirar al pasado para diagnosticar el presente pero trabajar duro asegurar un futuro cumplimiento.

“Estamos tratando de enseñar otra gente que, si puedo hacerlo, pueden hacerlo,” dijo Moises. “No importa cómo te pasan las cosas — conviertes todos esas malas cosas en cosas buenas.”

Reyna y Yadira rap sobre vida real: Sus dificultades, sus triunfos, sus relaciones, todo. Pero hacen eso mientras quedan optimista y empoderar otras mujeres, también. Reconocen una disparidad de mujeres en rap que esperan cambiar — en los 34 artistas que trabajan en la agencia de rap, hay seis mujeres.

El sonido de Cuba está desarrollando — tal vez transculturación nunca para. Pero Reyna y Yadira no quieren olvidar las tradiciones del pasado de Cuba; en vez, están aprendiendo cómo traer las partes mejores de la historia de Cuba al futuro, preparar otras mujeres con empoderamiento a dejar escuchar sus voces.

Sí todavía están cocinando arroz para la cena, tal vez arroz con pollo o arroz a la cubana los platos tradicionales cubanos que crecieron comiendo. Pero hoy en día, está bien dejarlo quemar. Tiene un sabor mejor así.